Sin embargo, la despoblación causó estragos, y la tradición panadera estuvo a punto de perderse.
[2] Posteriormente se popularizó gracias a su venta en multitud de ferias gastronómicas locales.
[3] El pan de Ousá se vende en Friol y otros municipios cercanos.
Se deja reposar en bloque una hora y media hasta que doble su tamaño.
Los panaderos de Ousá dominan parámetros como la temperatura ambiente, que debe rondar los 24-26 °C.