Por este motivo tiene capacidad para retener una proporción importante de agua en el proceso de amasado y da lugar a masas elásticas y consistentes que retienen mejor el gas y la forma, por lo que son buenas para fermentaciones largas que dan más sabor al pan.
La harina de fuerza es de características opuestas a la harina floja, esta última posee una proporción de gluten pequeña y por lo tanto produce masas que retienen poca agua y son de menor consistencia.
Este tipo de harina es adecuado para fermentaciones largas con masa madre y panes enriquecidos con grasas.
La clasificación se establece por su contenido de gluten.
[3] Se obtiene mediante la molturación, trituración y tamizado de grano de trigo común con alto contenido en proteína, gluten.