El Bell P-59 Airacomet fue el primer avión de reacción construido en Estados Unidos.
A causa de la proximidad geográfica entre la Bell Aircraft Corporation y las instalaciones de la General Electric, se eligió a aquella compañía para diseñar y construir un caza accionado por la primera turbina de gas construida en Estados Unidos.
Previendo que las primeras máquinas tendrían solo un empuje limitado, Bell decidió instalar dos motores gemelos en su Bell Model 27, uno a cada lado del fuselaje y bajo las alas.
Como consecuencia de ello, no se construyó ningún ejemplar más.
Más tarde, la compañía Lockheed construiría su primer avión operacional de caza a reacción, el P-80 Shooting Star.