Ofelia de Aragón

Para asegurarse el éxito, estudió con el maestro Bodalo, que le enseñó los rudimentos de la cuplé.

Así tuvo su debut en el teatro Novedades, con cierto éxito, aunque su carrera no despegó de forma vertiginosa.

En el verano de 1917 ya era la estrella del teatro Romea, volviendo durante los siguientes años.

Viajó en diversas ocasiones a América, donde permaneció en 1924 y 1928; en 1926 tuvo un gran éxito en Buenos Aires.

Así, Ofelia consiguió triunfar llevando la jota a los escenarios de todo el país, aunque también dominaba los repertorios gallego, valenciano, andaluz, vasco, canario o el chotis madrileño.