Jota aragonesa

La jota aragonesa se expresa a través del baile (bailadores), el canto (cantadores) y la interpretación instrumental, compuesta por una rondalla en la que participan fundamentalmente la guitarra, el laúd, las castañuelas y la bandurria.

Martínez Torner, en este sentido, insiste en que la jota está íntimamente emparentada con el fandango.

Antonio Beltrán Martínez, uno de los más afinados estudiosos de la jota, asegura que su nacimiento tuvo que producirse no antes del siglo XVIII y su difusión por toda la Península dataría del XIX.

Cuando encontramos a principios del siglo XIX el género consolidado, se utilizan cuartetas, coplas o «cantas» que se adaptan a una música que consta de un ritornello y siete frases musicales.

Por ello los versos de la cuarteta se repiten añadiendo una entrada y una vuelta a la copla, con la siguiente estructura, si partimos por ejemplo de la cuarteta «Si tuvieras olivares / como tienes fantasía / los molinos del aceite / por tu cuenta correrían»: Esta (2-1-2-3-4-4-1) es la distribución de versos por frases cantadas o tonadas más habitual en la jota moderna.

Podrían relacionarse con estructuras zejelescas, que tienen su origen en la poesía árabe andalusí del siglo XI.

Los adornos, llamadas, compases de espera, ritornellos, introducciones y pausas instrumentales son llamadas normalmente «variaciones» y las partes de acompañamiento a la melodía vocal «canciones», «coplas» o «cantas».

Sin embargo la investigación sobre el folklore atestigua que la jota, como otros géneros del folclore aragonés, se tocaba con todo tipo de instrumentos, como gaitas de boto, chiflo, dulzainas, violines o flautas, e incluso acordeones.

En la rondalla habitual la guitarra es el instrumento grave y se toca con acordes rasgeados.

La bandurria es la voz aguda y se encarga de las melodías instrumentales, mientras que el laúd funciona como instrumento contrapuntístico.

Otro tema recurrente es la exaltación, plegaria o devoción a la Virgen del Pilar.

Habitual es asimismo el sentimiento de vinculación con la tierra y la patria chica.

En ocasiones un símil o comparación presta el eje vertebrador a la estructura de la canta.

Existen caracteres que distinguen los bailes de tres grandes zonas: el Bajo Aragón, Huesca y Zaragoza.

Los estilos clásicos reconocidos proceden del Valle del Ebro (incluyendo la capital, Zaragoza), el Bajo Aragón y en general las zonas históricamente habitadas por moriscos, dato que avala un posible origen árabe de la jota, como también lo es su compás ternario.

Entre estos estilos clásicos destacan las «zaragozanas», las «aragonesas» (en sus modalidades de «puras» y «libres», que fueron tonadas interpretadas por «El Royo del Rabal») y las «femateras», de las que la «aragonesa pura» sería un ejemplo, por su cercano parentesco.

Pocos años más tarde fue secundado en la investigación de este género por Balbino Orensanz.

Otros expertos han profundizado en su estudio, como Miguel Asso, Felipe Colmán, Pascuala Perié, Joaquín Numancia, Camila Gracia, Máximo Maurel y Carmen Cortés.

Los estilos y variaciones, allí interpretados, fueron el origen del primer gran cancionero de la Jota Aragonesa: la Recopilación Lapuente-Sola.

Tras él han llegado a nuestro conocimiento los nombres de los zaragozanos Vicente Soler y Marianico el del Gas, del oscense «Tío Lereta», fematero (esto es, recogedor de estiércol), a quien se considera iniciador de la jota fematera que alterna el canto con interrupciones apelativas al público.

Son tiempos marcados por José Moreno apodado «el Niño Moreno» de Andorra (Teruel) y el zaragozano Juanito Pardo que, muy jóvenes, fueron discípulos y pupilos predilectos de Santiago Lapuente.

Otros cantadores relevantes de estos años fueron Felipe Colmán, Emilio Arana, Justo Royo «el Cebadero», Joaquín Numancia, Luisico Gracia, Jesús Monreal, Domingo Martínez.

En la posguerra aparecen Antonio Royo «el Chato de Casablanca», Lucio Cáncer, Ángel Galé, Matías Maluenda y Tomás Marco.

El mítico cantador de jota del siglo XIX Pedro Nadal y Auré , "el Royo del Rabal", en un retrato de 1881 de Carlos Larraz y Micheto .
Joaquín Sorolla , La jota , 1914. Hispanic Society of America, Nueva York. Escena de baile de jota por un grupo de personas vestidas con el traje típico de Ansó .
La bandurria es el instrumento que hace la voz solista en la orquestación o «rondalla» moderna que acompaña el canto y baile de la jota.