Finalizada la guerra, comenzó a ganarse la vida en los teatros parisinos, comenzando una larga carrera durante la cual participaría en unas ciento cincuenta piezas teatrales y en más ciento ochenta producciones cinematográficas.
[1] Sus actuaciones llamaron la atención de Sacha Guitry y Max Linder.
Sin embargo, tras una probable actuación en la cinta Les Trois Mousquetaires en 1921, Roquevert no inició realmente su carrera en la gran pantalla hasta la llegada del cine sonoro interpretando, ya con cuarenta años cumplidos, numerosos papeles de reparto.
Entre otros personajes, en sus inicios fue un cosaco en el film Tarass Boulba (1935), de Alexis Granowsky, actuando junto a Harry Baur.
En los 25 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Roquevert se convirtió en una figura clave del panorama cinematográfico francés.