En 1938, se estrenó una obra cinematográfica homónima, ganadora del Óscar al mejor guion adaptado, lo cual significó otorgar por primera vez en la historia este premio fílmico a una persona que poseía un Premio Nobel (en 1925 recibió el de Literatura).
Gracias a fuerzas divinas, la estatua toma forma humana y consiguen así estar juntos.
Ella lo mira extrañada, preguntándose por sus anotaciones, y él le explica en qué consiste su trabajo.
Finalmente ella le dice: "Gracias a mí ganaste la apuesta, pero yo no te importo".
Eliza terminará casándose con Frederik Eynsford Hill (el hijo de la refinada dama del primer acto, a quien verá nuevamente en el tercer acto cuando en la casa de la madre del profesor Higgins, charle con sus «visitas», para refinarse).
Fue protagonizada por Tuba Büyüküstün y Cansel Elçin, en este caso adaptado a un respetado profesor de canto que busca un talento nuevo y se propone enseñarle a su estudiante los secretos de la música.