Las oraciones interrogativas frecuentemente pueden equivaler a una frase imperativa afirmativa y constituyen una alternativa pragmáticamente neutralizada para una orden directa: Dentro de la gramática tradicional la negación se trata como un simple modificador adverbial.
Otros hechos muestran más paralelos entre las oraciones interrogativas, negativas y las que usan el modo imperativo: Algunos autores han propuesto la existencia de un sintagma de negación cuyo núcleo sintáctico debe estar ocupado por un elemento negativo.
La expresión de la negación en las lenguas del mundo es muy variada, ya que puede incluir simples marcas de negación lógica (no), como palabras de polaridad negativa y contenido semántico adicional (ninguno, nadie, nada, nunca), y la negación puede realizarse mediante morfemas independientes o mediante afijos o clíticos.
Una de las cuestiones mejor estudiadas es la negación lógica mediante medios sintácticos, atendiendo al orden.
Cuando se examinan los mejores datos disponibles se observa que la posición de la negación no es del todo arbitraria y está fuertemente correlacionada con la posición de los otros constituyentes, siendo comunes sólo 5 de los 24 tipos posibles, que se recogen en la siguiente tabla:[1] A diferencia de otros idiomas, como el inglés, la doble negación en español no es una afirmación sino que continúa siendo una negación.