La negación en español y muchas otras lenguas tiene restricciones respecto al punto donde puede aparecer que otros adverbios.
Por ejemplo en las siguientes oraciones pacientemente puede insertarse en diferentes posiciones según el énfasis que se quiera dar: Sin embargo la partícula no no se comporta como un adverbio usual ya que solo admite un orden posible, a diferencia de pacientemente: Otras restricciones de orden se observan en las oraciones interrogativas: En inglés la negación de una forma simple no perifrástica requiere el uso el auxiliar do (4a-4b), y la negación debes situarse tras él.
En cambio en una forma positiva con auxiliar la negación consiste simplemente en añadir una negación tras el auxiliar sin introducir el auxiliar do (4c-4d): En español también ocurren fenómenos curiosos como que la presencia de una negación oracional requiere la coocurrencia de otros elementos negativos (doble negación aparente): Donde la segunda frase contiene un elemento de polaridad negativa nada que solo puede aparecer cuando la oración competa es negativa.
En español sí existe la doble negación genuina pero generalmente se requiere negación morfológica, por ejemplo las dos oraciones siguientes tienen el mismo contenido proposicional (aunque la primera está suavizada pragmáticamente): Otro hecho interesante del español es que la doble negación aparente (con concordancia de polaridad negativa) puede quedar suprimida, como en (5b), si un elemento negativo sufre un desplazamiento sintáctico hasta la posición del núcleo del sintagma de negación (situada antes del verbo): La oración (11a) es perfectamente correcta y el segundo nunca es requerido por la concordancia de polaridad (no puede ser sustituido alguna vez).
En la mayoría de lenguas el orden preferente aparece al lado del verbo siendo raros los casos donde la negación no es adyacente.