Nebiismo

El nebiismo fue un movimiento religioso dentro del judaísmo formado por los Nevi'im (en hebreo נְבִיאִים) también llamados «hijos o discípulos de los profetas» (benê hannebî'îm).[5]​ Forman comunidades independientes y ambulantes,[6]​ como respuesta a un carisma colectivo,[7]​ sin que ello impida que algunos profetas sean «llamados» personalmente, como Abdías de Silo, Miqueas ben Yimlá y Eliseo.[15]​ Tras un renacimiento bajo la guía de Eliseo,[16]​ se produce su declive, llevados por una vida lánguida.En los tiempos de fuerte opresión política, se suelen radicalizar los sentimientos religiosos que piden una vuelta a la tradición más pura.[23]​ El profeta nunca se atribuye el poder, sino que ora para conseguirlo, es una herramienta, un mediador y un mensajero de Dios.Eliseo, por su parte, inaugura una nueva época más cercana al pueblo y a los lugares de culto.[28]​ A esto se unió la desaparición de los maestros carismáticos del nebiismo, siendo Eliseo el último conocido.[29]​ No es suficiente, para muchos autores, una «bancarrota económica» para explicarse la ruptura de estos hombres con una sociedad burguesa y campesina.Aunque estos grupos fueron muy criticados, como «falsos profetas», por los grandes profetas del siglo VIII a. C., fueron la base sobre la que se asentó la independencia social, cultural y política de los que después hablaron a Israel en nombre de Yahvé.
El profeta Amós , según un grabado de Gustave Doré .
Los neb'í fueron en su inicio un movimiento ascético y crítico de la monarquía israelita. En la imagen, Jeremías ante las ruinas de Jerusalén, de Iliá Yefímovich Repin , (1870).
Elías retirado en el desierto, de Washington Allston (1818). El recuerdo de la experiencia del desierto es una constante en la teología israelita, especialmente en la literatura profética.
El profeta Elías , líder del movimiento nebiista y prototipo del profeta judío .
Eliseo , líder de los hijos de los profetas , demuestra su pobreza rechazando los regalos de Naaman en sirio , en un cuadro de Pieter Fransz. de Grebber (1637).
Jeremías , que fue uno de los profetas mayores más críticos con los neb'í , se lamenta ante la devastación de Jerusalén en un cuadro de Rembrandt (1630).