Museo de Historia de Gerona

[1]​ El edificio ha sido testimonio de una trayectoria histórica singular y es, en sí mismo, una auténtica maravilla que vale la pena descubrir.

Conserva, en magnífico estado, espacios interesantes del antiguo convento, que hoy son visitables en el mismo museo.

Se encuentra en la planta baja, que antiguamente era sótano, y está rodeado por dieciocho nichos verticales, con los bancos agujereados donde, según el ritual que la orden practicaba desde el siglo XVI, los frailes difuntos se colocaban allí sentados hasta la desecación de sus cuerpos.

Los fundadores romanos construyeron poderosas murallas y sumaron su perímetro al terreno natural, que dio lugar a una ciudad de planta casi triangular.

La inclusión de la ciudad dentro del Imperio franco, en el año 785, significó su vinculación directa con los centros europeos.

[7]​ La instauración del nuevo orden franquista, después de la derrota republicana en la Guerra Civil, produjo una fractura histórica sin precedentes.

La lucha diaria por la supervivencia se convirtió en el principal rasgo identificador de una sociedad dirigida por un sistema político con voluntad totalitaria y vocación fuertemente españolista.

Del mismo modo que en la Alemania nazi y en la Italia fascista, el franquismo abolió cualquier signo de libertad democrática.

Entrada principal del Museo de Historia de Gerona, c. Força, 27
Entrada al Refugio Antiaéreo del Jardín de la Infancia