Los primeros obispos habían optado por establecerse cerca de la catedral, en un palacio construido sobre las murallas del siglo IV del que subsiste aúnhoy una hermosa traza, en especial la torre en ángulo.
Este edificio fue transformado en el siglo XII y se destruyó parcialmente en el siglo XVII durante el acondicionamiento del nuevo palacio arzobispal del obispo Bertrand d'Eschaux.
Monseñor Rosset de Fleury ultimó el conjunto finales gracias a la construcción del palacio con frontón y ático y al acondicionamiento de terrazas cuya curva sigue la disposición del anfiteatro romano.
Bajo el Imperio y durante todo el siglo XIX, los edificios fueron de nuevo asignados a la archidiócesis.
Entre los más famosos destacan Gabriel Blanchard, François Boucher, Louis de Boulogne, Jean-Pierre Louis Laurent Houël, Charles de La Fosse, Charles Lamy, Eustache Le Sueur, Joseph Parrocel, Jean Restout.
Además, el Museo de Bellas Artes Tours está en contacto con otras instituciones, como las escuelas primarias.