No resultó ganador del primer lugar ninguno de los participantes, y tras abundantes escándalos y conflictos por dicho concurso, el gobierno del presidente Díaz designó al arquitecto francés Émile Bénard como el encargado de diseñar y edificar un fastuoso recinto para los diputados y senadores, mas este arquitecto nunca vio su sueño materializado, ya que la obra fue cancelada tras el derrocamiento de Díaz por la Guerra de la Revolución Mexicana.
Debido a los retos que suponía la cimentación del edificio en un terreno inestable la estructura metálica se construyó sobre una cama de 17 000 pilotes, la estructura metálica fue hecha de acero por Miliken Bros, en Estados Unidos.
La estructura deteriorada se comenzó a desmantelar para usar el material en vías férreas, pero en 1933, cuando el arquitecto Carlos Obregón Santacilia pasaba por el lugar, vio que la estructura central de lo que iba a ser la (Sala de los Pasos Perdidos[1]) del palacio, estaba en perfectas condiciones, por lo que sugirió al Ingeniero Alberto J. Pani[2] aprovechar la única parte aprovechable del malogrado palacio para honrar a la entonces recién concluida Revolución mexicana.
[3] Dicha propuesta fue aceptada luego de que Pani consiguió convencer a Plutarco Elías Calles de involucrarse en el proyecto y convencer al presidente Abelardo Rodríguez.
Obregón Santacilia dio un estilo sobrio art déco vigente en esa época, con un contraste notorio entre las piedras usadas de cantera de color claro y piedra volcánica negra.
En el interior de estas columnas existen escaleras para ascender al monumento e incluso una de las columnas conserva el llamado Elevador presidencial, un ascensor que sube a la primera y segunda cúpulas.
La terraza es un mirador en el cual se puede observar la Ciudad de México y apreciar cercanamente las cuatro esculturas del escultor mexicano Oliverio Martínez que descansan en las pechinas del monumento.
La segunda cúpula en su parte inferior está revestida de cobre patinado, y puede verse desde el deambulatorio.
Entre esta parte inferior y la exterior hay una estructura de acero hecha en Estados Unidos, con 29 costillas que sostienen 600 paneles de cobre que fueron martillados a mano y son desmontables.
La opinión del historiador Justino Fernández es que las esculturas pueden verse a distancia «y son arquitectónicas también».
Así mismo, está dividida en ocho etapas como son la consolidación del Estado mexicano, el Porfiriato, la Revolución Democrática, la Guerra Civil, la Constitución, entre otras.
[8][9] Los horarios de acceso al museo son: martes a jueves 12:00 - 20:00 h / viernes y sábado 12:00 - 22:00 h / domingo 10:00 - 20:00 h. [7] En la actualidad, en el monumento y en el gran espacio abierto que lo rodea, la llamada plaza de la República, se realizan distintas actividades culturales entre las que destaca elt, uno de los festivales de música electrónica y arte multimedia más importantes del continente americano que en 2003 reunió a casi 200 000 personas.
La Plaza de la República es un espacio público, ubicado entre las calles de Valentín Gómez Farías, José María Lafragua e Ignacio Ramírez así como la avenida de la República, se puede llegar por transporte público en la estación del Metrobús homónima, o por metro en la línea 2 en la estación Revolución caminado un par de cuadras; tras su reinauguración en el 2010, por los festejos del centenario de la revolución mexicana, se ha transformado en un espacio urbano para el esparcimiento, la cultura y sus manifestaciones artísticas, en donde el embellecimiento y las propuestas culinarias de la zona, ofrecen a los visitantes 80 mil metros cuadrados para los peatones, logrando así resaltar su vegetación e iluminación peatonal.
[10][11] Otro atractivo son las recientes fuentes colocadas en la explanada que ofrecen un espectáculo de luces y movimientos, que lanzan sus chorros al ritmo de la música, cuyo atractivo dura aproximadamente 20 minutos, generando en el horario nocturno mayores expectativas y atractivos visuales combinados con la iluminación del Monumento a la Revolución, las fuentes son creación de Ecofenix Fuentes y cuentan con 100 chorros de agua verticales y 100 pulverizadores que no solo son un gran espectáculo visual por ser una fuente digital musicalizada, sino también un espacio de juego para las personas que busquen divertirse en un día caluroso.