Fue establecida en el siglo XIX tardío junto con otras colonias cercanas como San Rafael y Santa María la Ribera.
Desde inicios del siglo XX se convirtió en una mezcla de mansiones y edificios de departamentos, con construcciones importantes como lo que es ahora el Monumento a la Revolución y el rascacielos El Moro, que fue construido en la primera mitad del siglo XX.
Hoy, la colonia presenta varios problemas como la prostitución, delito, comercio informal y alto tráfico vehicular.
Aun así, la zona conserva varias de las cantinas tradicionales mexicanas que proliferaban en su época esplendor.
La población aproximada es de 3 500 personas, más otras 10 500 que llegan a trabajar.
Esta es una de las razones por las cuales el tránsito y estacionamiento son difíciles durante los días laborables.
Las cantinas más populares se encuentran en la calle Ignacio Mariscal: Barra Oxford, La Gruta de San Fernando y el Salón Palacio.
[8] Cerca del monumento a la Revolución hay una zona hotelera con una plaza en el centro.
Fue también el hogar de exiliados cubanos como Julio Antonio Mella y Fidel Castro.
[4][8] El revolucionario argentino Ernesto “Che” Guevara también vivió aquí como un exiliado, trabajando en el Hospital General en la Colonia Doctores.
[3][4] Al mismo tiempo, los grandes proyectos de construcción cambiaron la colonia y esto llevaría a su declive.