Sus primeras obras son interesantes por su modernidad, en especial la Escuela al Aire Libre, realizada entre 1925 y 1926 con Roberto Álvarez Espinosa.
Pero su mayor interés estuvo desde temprano en la arquitectura y el arte, impulsado por su mentor intelectual, Federico Mariscal.
Esto lo llevó a distanciarse de Juan O'Gorman y José Villagrán, ya que su obra posterior se enraizaría en la búsqueda de un estilo neocolonial adaptado a la construcción moderna.
Su eclecticismo le permitió, al manejar con calidad las vertientes formal-funcionales de la modernidad y la estética clásica y colonial, hacer obras significativas dentro de todas las variantes formales.
Para lograr salvar el desnivel que la calle tenía, fue construida una plataforma de tierra cubierta con pasto, más elevada por el lado norte.