Tal reacción provocó el enfado del autor, Rafael Bartolozzi.
Para entonces ya era alcalde Javier Chourraut y el presidente del Gobierno Foral era Gabriel Urralburu.
Los elementos del conjunto están repartidos sobre dos isletas ajardinadas que funcionan a modo de media rotonda, una en cada lado.
Está formado por dos figuras sobre sendos zócalos rectangulares que logran en cada una una altura de 3 m. Cada una está colocada a un lado de la vía, junto a su respectiva columna de 12 m sobre la que reposaba una cornisa azul que años más tarde fue quitada.
Con su proyecto buscó decididamente la ruptura y se situó en línea con el trabajo desarrollado por sus padres, los pintores Pedro Lozano de Sotés y Francis Bartolozzi, en cuanto al arte aplicado se refiere.»[4]