Mitin de Écija

El mitin lo había convocado el sector centrista del PSOE y su principal orador iba a ser su líder Indalecio Prieto, pero este no llegó a poder dirigir la palabra a los asistentes porque el acto fue boicoteado por los socialistas del sector radical del PSOE que encabezaba Francisco Largo Caballero.Prieto y sus acompañantes tuvieron que abandonar Écija en coche a toda prisa para evitar ser agredidos.No hubo ningún muerto ni ningún herido grave, pero sí muchos contusionados entre los centristas apaleados por los caballeristas, en su mayoría miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas que habían acudido desde la capital sevillana para reventar el acto.Y esa fue la línea que se impuso en UGT donde el sector caballerista gozaba de la mayoría, mientras la línea prietista se hacía con la ejecutiva del PSOE, aunque el grupo parlamentario socialista de las Cortes estaba controlado por Largo Caballero así como la importante Agrupación Socialista Madrileña (esta última había aprobado la «dictadura del proletariado» y «la conquista del Poder político por la clase trabajadora y por cualesquiera medios que sean posibles», así como la unificación del PSOE con los comunistas)[2]​[3]​.Solo unos pocos días después del mitin de Prieto en Ejea de los Caballeros, Largo Caballero afirmó en Cádiz: «Cuando el Frente Popular se derrumbe, como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible.[12]​ El mitin fue organizado por el diputado socialista prietista por Sevilla Manuel Barrios, nacido en Écija, población que contaba con una de las agrupaciones socialistas más numerosas de la provincia.[14]​ Intervino Manuel Barrios para calmar los ánimos y para ello, como ya había hecho Belarmino Tomás, elogió a Largo Caballero.El tumulto se extiende y Barrios tiene que dar por concluido el acto, pero eso no impide que algunos jóvenes vestidos con camisas rojas se dirijan hacia la tribuna de oradores mezclando las amenazas y los insultos con vivas a Largo Caballero.[21]​[22]​ El periódico caballerista Claridad lamentó «lo ocurrido en Écija», pero añadió que había estado motivado por el «descontento y malestar que la inmensa mayoría del Partido Socialista siente desde hace tiempo hacia unos organismos directivos por los cuales no se considera representada».[23]​ Tras el mitin de Écija, «la escisión política del socialismo estaba consumada», concluye José Manuel Macarro Vera.[24]​ Por esas mismas fechas el nuevo gobernador civil de Sevilla se encontró con que fueron a darle la bienvenida por separado dos delegaciones del PSOE, una caballerista y otra centrista.
Vista de una plaza de Écija en la actualidad, con la torre de Santa María al fondo.