Misión Jarring

A fin de prosperar en la implementación de esta resolución, la ONU nombró al embajador sueco en la Unión Soviética, Gunnar Jarring, enviado especial para Oriente Medio.[5]​ La respuesta egipcia supuso un gran avance, dado que se trataba de la primera vez que un gobierno egipcio se mostraba dispuesto a firmar un tratado de paz con Israel.[5]​ Sin embargo, el gobierno israelí se negó a adoptar la postura conciliatoria de Eban y añadió a su postura una nota breve que decía: "Israel no se retirará a las líneas anteriores al 5 de junio de 1967".[9]​ Algunos funcionarios israelíes culparon al propio Jarring del fracaso de la misión.El punto muerto al que llegó la Misión Jarring parece estar relacionado con las diferentes interpretaciones que se dieron a la resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.Israel insistió en que los esfuerzos negociadores debían llevarse a cabo con el objetivo de establecer negociaciones de paz directas entre Israel y los distintos Estados árabes, reiterando que no se contemplarían concesiones territoriales sin la perspectiva de una paz duradera.Cuando Jarring fue nombrado, su cargo era el de embajador sueco ante la Unión Soviética, puesto que mantuvo durante toda su misión.[13]​ Por su parte, el historiador israelí Avi Shlaim afirma que la postura israelí con respecto a la misión Jarring "se basó en mantener a Jarring permanentemente ocupado con documentos y propuestas de los que tenía que obtener las respuestas de los árabes.
Gunnar Jarring
El presidente de los Estados Unidos Richard Nixon y la Primera Ministra israelí Golda Meir en una reunión que tuvo lugar el 1 de marzo de 1973 en el Despacho Oval . El Consejero de Seguridad Nacional Henry Kissinger aparece a la derecha de Nixon.