En otras confesiones cristianas, como en las iglesias baptista, congregacionalista, metodista, presbiteriana o reformada, el término 'ministro' generalmente se refiere a un miembro del clero ordenado que dirige una congregación o participa con un determinado papel en un ministerio paraeclesial.
El término proviene del latín minister ('sirviente', 'asistente'), que a su vez se deriva de minus ('menos, menor').
[1] En griego antiguo, διάκονος, diákonos, utilizado en el Nuevo Testamento, también se traduce como ministro, en el sentido de "siervo".[2].
En el catolicismo, el ministerio designa a los miembros del clero, ya sea el diácono, el sacerdote, el obispo, el cardenal o el papa.
[5] Es así porque el ministerio pastoral no es la única función eclesiástica que se considera orgánicamente necesaria para la Iglesia y su misión.
En resumen, los pastores predican, los ancianos dirigen, los doctores enseñan y los diáconos ayudan a los pobres.
[8] En varias comunidades, la iglesia está dirigida por un consejo de ancianos, con un fuerte énfasis en la colegialidad.