Algunas habían adoptado una religión reformada distinta del luteranismo, en la que los conceptos sociales humanistas y la ética comunitaria desempeñaban un papel más importante.
Los ciudadanos no tenían prevista la revolución, pero eran receptivos a nuevas ideas que pudieran transformar sus vidas.
[22] También trabajó durante un tiempo en la corte del elector palatino Luis V como capellán de Federico, su hermano menor.
[28] Este nombramiento permitió que Bucero viviera en Núremberg, la ciudad más poderosa del Sacro Imperio y cuyos funcionarios de gobierno eran mayoritariamente reformistas.
[33] En su camino, Bucero se detuvo en la ciudad de Wissembourg, cuyo líder reformista, Heinrich Motherer, le pidió que fuera su capellán.
En ocasiones, Bucero no dudada en expresar su desacuerdo a Zuinglio, aunque la unidad entre Estrasburgo y las iglesias suizas tenía prioridad sobre esas diferencias.
Bucero dio un fuerte apoyo al liderazgo de Zuinglio en la disputación, que finalmente introdujo la Reforma a esa ciudad suiza.
«En cualquier caso, debemos buscar la unidad y amor en nuestras relaciones con los demás —escribió—, independientemente de cómo se comporten para con nosotros».
[76] Bucero fue el primero en tolerar esas imágenes en los lugares de culto, siempre y cuando no fueran venerados.
[87] Aun así, el concejo se retrasaba y condujo a los pastores al borde de la dimisión.
Para sorpresa de los alemanes meridionales, Lutero comenzó a criticarlos y exigió que abandonaran esa noción falsa sobre la eucaristía.
Capito intervino para calmar las cosas y Bucero comentó que Lutero había malinterpretado las opiniones sobre el tema.
Bugenhagen formuló un arreglo, aprobado por Lutero, que distinguía entre los «indignos» (indigni) y los «incrédulos», no creyentes o impíos (impii).
Los alemanes meridionales aceptaron que los indignos reciben a Cristo, pero la cuestión de los impíos quedó sin respuesta.
[99][100] Bucero creía que la Concordia de Wittenberg permitía a una verdadera reconciliación entre protestantes y una futura hegemonía doctrinal del luteranismo.
Además, en su tratado Consejo sobre los judíos (Judenratschlag) incluía sus primeros estereotipos negativos de ese grupo étnico.
Permitió a los judíos que practicaran el comercio y participaran en las actividades financieras, pero añadió normas estrictas sobre sus asociaciones con cristianos.
Bucero aceptó a regañadientes, pero con la condición de que ese matrimonio debía mantenerse en secreto.
Sin embargo, Bucero no hizo concesiones doctrinales: permaneció en silencio en temas cruciales como la misa y el papado.
Quedaron inconclusas cuatro cuestiones en disputa: veneración de los santos, misas privadas, confesión auricular y transubstanciación.
Se desconoce cuántos hijos tuvo Elisabeth, aunque varios murieron durante el parto o a una edad joven.
Lideró una pequeña congregación en la catedral de Bonn, donde predicaba tres veces a la semana, aunque su principal responsabilidad era planificar las reformas.
Aunque el cabildo catedralicio lo rechazó rotundamente, la dieta se pronunció a favor del programa de reformas.
El emperador estaba comprometido en una recia campaña para hacer valer su derecho sobre las tierras disputadas por Guillermo, duque de Jülich-Cléveris-Berg.
Al año siguiente, Wibrandis organizó el viaje del resto de sus hijos y su anciana madre.
[153][154] Bucero tenía objetivos ambiciosos en la expansión de la Reforma en Inglaterra, pero acabó decepcionado cuando, estando en el poder, no le consultaban.
[155] De Regno Christi nunca fue aplicado en la Reforma anglicana, como Bucero pretendía; incluso no fue impresa en Inglaterra, sino en Basilea, en 1557.
[156][157] Su última contribución importante a la Reforma anglicana fue un tratado sobre la edición original del Libro de Oración Común (1549).
Dejó a su esposa Wibrandis una herencia significativa, que consistió principalmente en el hogar y su gran colección de libros.
[169] Bucero no estaba tan preocupado por apostar un declaración doctrinal per se, sino que dejó alternativas con el fin de discutir y ganarse a sus opositores.