La naturaleza militar del puesto, al igual que el puesto de Ministro del Ejército, le otorgaba un gran poder y le hacía exclusivamente responsable ante el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, el Emperador.
En este encuentro, que buscaba un desarmen general de las flotas militares a nivel mundial, tanto los Estados Unidos como Gran Bretaña solicitan a Japón que límite su flota a un tamaño menor que el de las potencias occidentales.
La Armada Imperial Japonesa se vio dividida en dos camarillas políticas abiertamente hostiles entre sí, la Facción de la Flota (Kantai-ha) y la Facción del Tratado (Jōyaku-ha).
Durante los años 30, con el crecimiento del militarismo japonés, la Kantai-ha ganaría terreno a su rival Jōyaku-ha, favorable al tratado, y acabaría por dominar el Estado Mayor de la Armada, logrando sacar adelante el ataque a Pearl Harbour pese a la reticencia del Ministerio de la Armada.
Tras 1937, tanto el Ministro de la Armada como el Jefe del Estado Mayor de la Armada fueron miembros del Cuartel General Imperial.