Su titular lleva el título metropolitano de Rodas, el más honorable ('hypertimos') y exarca de todas las islas Cícladas (en griego: Μητροπολίτης Ρόδου, υπέρτιμος και έξαρχος πασών Κυκλάδων).Según la tradición, el compañero del apóstol Pablo, Silas, predicó y realizó milagros en Rodas.A mediados del mismo siglo, aumentaron nuevamente a 13, porque reaparecieron las diócesis de Nísiros y Astipalea y se agregó la diócesis de Icaria.En 654 Rodas fue atacada por Djunada ben Abi Umayya al-Azdi, gobernador árabe de Siria, que construyó allí un fuerte que conservó siete años, pero recibió orden de abandonarlo en 661.En 672 fue temporalmente ocupada por las fuerzas del califa Muawiyah I dirigidas otra vez por el general Djunada ben Abi Umayya al-Azdi.En 1204, a la caída de Constantinopla en manos del Imperio latino, Rodas declaró su independencia, pero desde 1224 pasó al el control del Imperio de Nicea, que en 1261 recuperó la antigua capital bizantina.En 1302 los venecianos se establecieron en la isla en posiciones que fueron consideradas bajo soberanía de la república.En ausencia del metropolitano, la administración fue ejercida por un consejo compuesto por clérigos y dignatarios de la isla.Así, en 1369, Rodas y Cos fueron atribuidas a los metropolitanos de Side.De hecho, el metropolitano Natanael I participó en el Concilio de Florencia, donde los ortodoxos aceptaron la unión con la Iglesia católica en 1439, pero cuando regresó a Rodas, el arzobispo latino le prohibió desembarcar.Queriendo dominar al Dodecaneso, intentaron romper las relaciones de los isleños con Grecia.En la política de italianización en su nueva colonia los italianos no dudaron en actuar en contra del idioma griego, pero el metropolitano Apóstol II revivió la "escuela secreta", utilizando el catecismo como pretexto para enseñar griego a los niños a través de los libros de la Iglesia.
Interior de la catedral de Rodas.
Cirilo II (Koyerakis) en 2014, metropolitano de Rodas.