Meridiano de sangre

La novela narra la historia del «chaval», un joven fugitivo nacido en Tennessee durante las Leónidas de 1833.

En realidad, la acusación del Juez era falsa y los que lo escuchan sólo se ríen.

La banda fue contratada por los líderes regionales para proteger a los ciudadanos de los indios apache y reciben una recompensa por cada cuero cabelludo que consigan.

Él los guía a un volcán extinto en donde les enseña cómo fabricar pólvora para combatir los apaches.

El «chaval» le cuenta a Tobin que había visto al Juez en Nacogdoches, pero Tobin le dice que todos los hombres de la banda dicen haberse encontrado con el Juez anteriormente.

Debido al estilo brutal de la banda, el ejército estadounidense y los indios quechan establecen un ferry en otro vado del río.

Ambos viajan a San Diego (California), en donde el «chaval» se separa de Tobin y termina en la cárcel.

En un saloon del pueblo se encuentra con el Juez, quien no ha envejecido para nada y lo llama una decepción ya que en su corazón siente «clemencia por los paganos».

El «hombre» consigue una prostituta y después va a una letrina bajo otra lluvia de meteoros.

En una encuesta para críticos y escritores realizada por The New York Times en 2006, la novela fue elegida entre las cinco más importantes de los 25 años anteriores.