[1] Por primera vez desde Mateo 1:1 se observan vínculos claros con el Evangelio de Marcos.[7] El capítulo se cierra con el bautismo de Jesús, la voz del Padre y la aparición del Espíritu Santo en forma de paloma.10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.Juan el Bautista está en la línea de algunos profetas del Antiguo Testamento; sobre todo recuerda a Elías.