Juan Martínez Montañés

Recibió y realizó encargos para diversas ciudades del continente americano.Mantuvo una profunda relación con las dos únicas de sus hermanas que llegaron a la edad adulta.El aprendizaje en esta ciudad sería corto, por cuanto en 1582 se encontraba ya en Sevilla.De este matrimonio nacerían cinco hijos: Mariana (monja dominica), Bernardino (fraile franciscano), José (presbítero), Rodrigo y Catalina.[11]​ En 1629 cayó enfermó y tuvo que permanecer en cama durante cinco meses, lo que le impidió trabajar en el retablo e imágenes de la capilla de la Inmaculada, y le arrastró a un pleito por demora e incumplimiento del contrato.En esta obra intervinieron, además, una gran parte de artistas sevillanos.A Montañés se le encargaron diecinueve esculturas de gran medida y a Cervantes un escrito para leer delante del túmulo, un soneto titulado Al túmulo del rey Felipe II,[21]​ en tono satírico, que fue muy comentado entre el círculo cultural de Sevilla.[22]​ Según se ha expuesto anteriormente, inició su aprendizaje en Granada, con el imaginero Pablo de Rojas.Aunque existen referencias de que en su fase inicial trabajó la piedra, su material preferido fue siempre la madera policromada.En la policromía, que por contrato supervisaba, contó con la colaboración de grandes pintores, entre los que destacan Francisco Pacheco, Juan de Uceda y Baltasar Quintero, predominando la encarnación mate más cercana al efecto neutral.[5]​ Casi toda su obra es de carácter religioso; en el campo profano solo se conocen las estatuas orantes de Alonso Pérez de Guzmán y su esposa María Alfonso Coronel, realizadas para la capilla mayor del monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, y también la mencionada cabeza del rey Felipe IV, que se envió al escultor italiano Pietro Tacca y que no ha sido conservada.A lo largo de su carrera, proyectó y ejecutó muchos retablos para los que también realizó obra escultórica.En los retablos mayores suele predominar la estructura de dos cuerpos, con tres calles.Su arte se inspiró en el natural y su producción tiene unas características más clasicistas y manieristas que propiamente barrocas, aunque al final de su carrera apuntó al realismo barroquizante.Montañés consiguió la versión definitiva en la imagen del niño que se encuentra en la iglesia del Sagrario de Sevilla, fechado en 1606, del que se realizaron numerosas réplicas e imitaciones, construyéndose vaciados en plomo de varias de estas representaciones para colmar la demanda existente en su día.Ese mismo año también colaboró en el monumento funerario construido en Sevilla por las honras fúnebres de Felipe II.La policromía, de tono mate, fue realizada por Francisco Pacheco, con el que trabajaría en diversas ocasiones.En esta escultura el santo se encuentra en éxtasis contemplativo, con la cruz sujeta en una mano, y es destacable la anatomía musculosa que presenta.En 1607 realiza el diseño y las figuras principales del retablo del convento de la Concepción de Lima; el escultor ya había realizado otras varias obras destinadas al continente americano.El modelo de retablo que crea para este encargo le serviría para posteriores obras.También destacan las figuras de la Virgen con el Niño, san Joaquín y santa Ana.Las obras se iniciaron en 1601, concertadas con Juan de Oviedo el Joven, Montañés y Gaspar de Águila, pero los trabajos más importantes no empezaron hasta 1617, año en que Montañés asumió plenamente la obra.Las obras se prolongaron hasta 1643 debido a la falta de recursos financieros.[31]​ Las siguientes obras han sido atribuidas a Juan Martínez Montañés:
Monumento a Montañés en la plaza del Salvador , Sevilla. Obra de Agustín Sánchez-Cid (1924). Martínez Montañés aparece sentado con la Inmaculada. [ 7 ]
Retrato de Martínez Montañés (1616) realizado por Francisco Varela ( Hospital de los Venerables , Sevilla ).
Partida de enterramiento de Martínez Montañés en el libro de difuntos de la parroquia de la Magdalena de Sevilla, correspondiente al 18 de junio de 1649.
Retablo Mayor de la iglesia funeraria de Guzmán el Bueno del Monasterio de San Isidoro del Campo , realizado por Montañés entre 1609 y 1613.
San Cristóbal y el Niño. Iglesia del Salvador , Sevilla .
Santo Domingo penitente. 1605-1609. La policromía fue realizada por Francisco Pacheco . La escultura fue encargada para el convento de Porta Coeli . En la actualidad se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla . [ 25 ]
Imagen de san Ignacio de Loyola , de la que Martínez Montañés esculpió en 1610 la cabeza y las manos, con motivo de la beatificación del fundador de la Compañía de Jesús , actualmente conservada en la iglesia de la Anunciación de Sevilla.
San Bruno (1634). Escultura destinada el monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas , Sevilla. Hoy se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
San Francisco de Borja, iglesia de la Anunciación, Sevilla.
San Francisco de Asís. Se exhibe en la Colegiata de Osuna , donde permanecía depositada hasta su restauración en 2010, cuando fue atribuida a Montañés.