La Virgen entonces le habría ofrecido la cinta con la que ceñía su cintura para calmarle los dolores.Del mismo modo no hay ninguna fuente documental que expresamente la identifique con dicha advocación.La silueta de la Virgen se ve envuelta por un manto que apoya en el hombro izquierdo, dejando al descubierto en el brazo contrario.El manto, a su lado, y la túnica, rojiza, ambos ricamente estofados, caen hasta el suelo ocultando los pies.La cabeza, de gran naturalismo, se peina con el típico flequillo montañesino.En todas estas piezas se repite como grafismo del autor una pronunciada arruga que divide horizontalmente el cuello.Con ella coincide en el gesto de sostener con su mano diestra el pie del Niño.Tradicionalmente, la policromía se atribuía al pintor onubense Baltasar Quintero, quién colaboró con Martínez Montañés en algunas piezas.Sin embargo esta atribución no tenía más base que el origen del artista.
Retrato de Juan Martínez Montañés, autor de la imagen.