Marcelino Orbés

En 1900 fue contratado por el recién inaugurado Hippodrome de Londres, donde trabajó durante cinco años, hasta 1905, y en el que se presentó junto a los hermanos Fratellini y a Charles Chaplin en la pantomima La Cenicienta.

[7]​ Durante su puesta en escena, Orbés en su personaje de Marceline, actuaba como un mimo augusto acróbata, que no usaba palabras y solo emitía silbidos.

[3]​[9]​ Fue un protagonista recurrente en las noticias de la época, destaca una publicación del New York Tribune en 1907, en la que se hacía referencia a que Marceline había aparecido en el escenario sin su peluca habitual porque se le había caído en el tanque de agua del Hippodrome y no había podido conseguir una de reemplazo.

[9]​[13]​[14]​ Otra de las referencias a la relevancia de Orbés en la cultura neoyorquina del momento, fue el uso en inglés del neologismo, to marceline –cuya traducción al español sería, marcelinear–, para referirse a una persona que parece estar haciendo muchas cosas y estar en todos los sitios, pero no resuelve nada, tal como lo representaba en su número.

[5]​ En 1908, el compositor estadounidense, George John Trinkaus, creó la partitura para solo de piano, Marceline, Dance of the clowns.

[20]​ Como consecuencia de esta incursión cinematográfica, los medios publicaron que Orbés empezaría a trabajar en Keystone Studios, como lo había hecho Chaplin, pero esto no sucedió.

[5]​ Después de una gira por Europa, Orbés volvió en 1915 a los Estados Unidos y se instaló en Newark.

[6]​ Orbés pasó al olvido hasta que Chaplin habló sobre él en su autobiografía de 1993.

[21]​ Además, Keaton en su libro publicado en 2007, indicó: "Marcelino es el payaso más grande que nunca vi".

[23]​ En 2013, el realizador aragonés Román Magrazó Solans creó el cortometraje, Marcelino, no te vayas,[26]​ que cuenta en 16 minutos, la historia de un hipotético encuentro entre Orbés, Chaplin y Houdini en un camerino de Nueva York en 1926.

El guion fue escrito por José Antonio Perié, Orbés fue protagonizado por Carlos Fau, Chaplin por Toño L’hotellerie y Houdini por Ismael Civias.

[45]​[46]​[47]​ En este mismo año, se inauguró en Matadero Madrid la exposición Historia del Circo Moderno.