Pero poco después esto condujo a una tragedia, porque el marqués se situó en la cabeza de una conspiración contra el rey.
Cecilia Renata murió en 1644, y Vladislao, viudo, retomó la idea de casarse con María Luisa.
María Luisa no estaba llena de entusiasmo, en cuanto a la persona del futuro cónyuge, pero aceptó el matrimonio con alegría, porque esta relación daba su perspectiva codiciada, la corona y el título real.
El rey se casó con propósitos puramente políticos y por el dinero, que necesitaba para planificar una guerra contra el Imperio otomano.
De ello se desprende que María Luisa pagó un precio muy alto por la corona.
Un papel importante fue jugado cuando le concedió un préstamo por un monto de 700.000 esloti polacos, que Vladislao nunca los regresó, así como la dote.
Es difícil decir si el título y la corte real, en la que interpretó el primer violín, era una compensación suficiente.
[2] Ella quería cambiar el sistema de votación del Senado polaco y otorgar más poder al monarca.
Apoyó a Tito Livio Burattini, un gran pensador italiano (uno de los primeros egiptólogos), que también diseñó "máquinas voladoras".
La única pista para esta evidencia fue tomar una niña de cuatro años en un viaje largo y difícil en el medio del invierno de Polonia, pero, probablemente, también era la única condición en ese momento, y por lo tanto esta información se considera que es poco fiable.