En 1857 lanzó un malón hacia Quequén, en el transcurso del cual tuvo lugar la batalla de Cristiano Muerto.
También Benito Machado hizo cosas parecidas: cuando dos de los hijos de Calfucurá se presentaron en Azul a retirar las raciones que anualmente les entregaba el gobierno, los hizo arrestar y saquearlos; pero no lo hizo con sus propias tropas, sino que obligó a hacerlo a los caciques Chipitruz y Manuel Grande.
[2] En los años siguientes, las relaciones entre Calfucurá, Cipriano Catriel, Manuel Grande y Chipitruz fueron oscilantes, pasando de enfrentamientos menores a la defensa mutua.
Pero el gobierno daba una muy evidente prioridad a Catriel sobre los demás caciques pampas, que quedaban muy relegados y no siempre recibían las raciones.
Los indígenas se retiraron, y la gente de Elía saqueó las tolderías, robándoles las mismas vacas que habían recibido como raciones, aprovechando también para secuestrar a sus mujeres, cuatrocientas en total.
El objetivo era claro: robarles a los indios las mismas tierras que les correspondían.
Entonces marchó con sus tropas sobre Los Toldos, arrestó y depuso a Justo Coliqueo del mando, reemplazándolo por su hermano Simón, y se llevó arrestado a Manuel Grande al fuerte General Paz, cerca de Carlos Casares.