Manuel Cabral de Melo y Alpoin

1547) y de su esposa María Simões de Melo Coutinho[2]​[5]​[6]​[7]​ (n. Azores, 1541 - f. 1631) y quienes se habían casado en las Azores hacia 1565.

1511), cuyo padre fuera Diego de Melo Coutinho[2]​[8]​ (Mêda, Portugal, ca.

1489 - Praia da Vitória, 1535), III capitán donatario de Praia, quien se uniría en matrimonio en Lisboa con Beatriz de Noronha y Andrada Abreu Eça[3]​[10]​[11]​[12]​[13]​ (n. islas Madeira,[11]​ ca.

[1]​ Al enterarse del asesinato de los sacerdotes jesuitas Roque González de Santa Cruz,[1]​ Alfonso Rodríguez Olmedo[1]​ y Juan del Castillo[1]​ —actualmente conocidos como los santos «mártires del Caaró»— Manuel Cabral ofreció sus servicios al Cabildo de Corrientes para organizar una expedición de castigo a los aborígenes culpables pero le fue denegado por la escasez de fuerzas militares necesarias para proteger a la urbe debido a la rebelión generalizada de la región del alto río Uruguay.

Entraron en combate y a pesar de la inferioridad numérica, ganaron y apresaron a los responsables de dichos asesinatos, para aplicarles severos castigos.

[25]​ A pesar de su noble linaje, Manuel Cabral de Melo, su padre y sus hermanos, consideraban muy honroso dedicarse a las actividades agropecuarias, ya sea labrar la tierra o cuidar del ganado.

[25]​ Su mandato fue muy activo[26]​ ya que triplicó la renta general,[26]​ estimuló en el interior del territorio la edificación urbana[26]​ de varios pueblos como los de Guacarases[26]​ fundada en 1621, Itatí[26]​ erigida en 1615, en ambos también hizo incrementar su población,[26]​ y Santa Lucía de los Astos[26]​ originada también en 1615, entre otros, y fundó hacia 1630 el fortín y reducción «Santiago Sánchez».

Este terrible acontecimiento hizo que los pobladores emprendieran una difícil marcha hacia Corrientes.

La caída de Concepción fue la primera gran derrota que pudieron perpetrar las etnias chaqueñas al expansionismo español, gracias al dominio del caballo con lo que pudieron limitar y asolar a las poblaciones blancas rioplatenses.

[28]​ Inclusive el gobernador rioplatense organizó una tercera expedición al Chaco Austral, pero como su presencia fuera nuevamente requerida en Buenos Aires por el peligro de una invasión neerlandesa, no pudo tampoco comandarla y la delegó esta vez en el mando en su hermano el capitán Amador Báez de Alpoin que partió en 1636, a la que se le sumaron Juan de Garay "el Legítimo" con sus hombres en Santa Fe y el flamante maestre de campo Manuel Cabral de Alpoín[25]​ con los suyos en Corrientes, y quien otra vez con su propio peculio benefició a toda la tropa,[25]​ pero esta expedición también fracasó, al igual que la cuarta campaña de 1637 al mando del capitán Bernabé de Garay.

El gobernador Pedro Dávila intervino en el pleito en el mismo año a favor de los refugiados, ordenando que se les diera permiso para faenar para consumo propio hasta que se les encontrase un lugar definitivo.

Ubicación de las misiones jesuíticas guaraníes en los actuales territorios de Argentina , Paraguay y Brasil .