Luis Víctor Sommi
Era hijo de inmigrantes italianos, su padre militaba en el socialismo y era ebanista.Hacia 1927 se produjo un enfrentamiento en el seno del Partido Comunista Argentino que fue arbitrado desde Moscú a favor del sector liderado por Rodolfo Ghioldi al que adherirá en ese momento Victorio Codovilla y en contra de la corriente encabezada por José Fernando Penelón, quien junto con otros dirigentes se alejó del partido y en 1928 fundó el Partido Comunista de la Región Argentina –que luego se llamó Partido Comunista de la República Argentina-.Se aprobó también el "Programa de la Internacional Comunista", y se determinó que los "frentes unidos" buscaran adeptos entre individuos sin partido que compartieran algunos postulados del Comintern, integrando a periodistas, escritores o personajes de fama como compañero de ruta del comunismo y eventualmente lograr que sirvan a los fines del partido comunista en cuestión (destacando en estas tareas el periodista alemánm Willi Münzenberg), siempre resaltando en la propaganda que acudir a la revolución armada sólo sería recurso último para la toma del poder.[1] Se incorporó al Buró Sudamericano de la IC y en 1931 viajó a la sede del mismo en Montevideo.Durante su permanencia en la Unión Soviética su compañera fue la militante comunista Olga Benario, que más adelante se convirtió en la esposa de Luis Carlos Prestes, hasta que conoce a Elizabeth Innokentevna Yakovlev, traductora y poeta más conocida como Lila Guerrero, una argentina hija de la militante Ida Isakovna Bondareff de Kantor que posteriormente fue su esposa hasta su fallecimiento.[1] Cuando se reúne en Córdoba el X congreso del PCA del 15 al 17 de noviembre de 1941 ninguno de los tres recibe cargos en el partido; Ghioldi y González Alberdi fueron nombrados suplentes del Comité Central por el XI congreso en agosto de 1946 y rehabilitados como máximos dirigentes en años posteriores en tanto Sommi cesó como militante profesional, volvió al trabajo en fábrica y se dedicó a la investigación.La cárcel construida en 1904 había sido declarada inhabitable y hacía 10 años que estaba como depósito sin presos.Se dirigió a Montevideo, donde permaneció exiliado hasta que el 23 de agosto del mismo año pudo regresar a su país por haberse levantado el estado de sitio uno días antes.[7] Desde la cárcel sostuvo -en forma similar aunque sin coincidencia total con otros compañeros de prisión como Carlos Dujovne y Juan José Real- una postura disidente de la cerrada oposición al peronismo del PCA que lo va alejando cada vez más del mismo pero nunca hace públicas sus diferencias y recién se desafilia en 1956.