Chicho Ibáñez Serrador

[3]​ Pasó toda su infancia en América Latina acompañando a sus padres durante sus giras teatrales, y con 8 años realiza su primer papel doblando, para todo el mundo hispanohablante, al conejo Tambor en la película de Walt Disney Bambi.

[1]​ Sus padres se divorciaron cuando él apenas contaba con cinco años, y aunque siempre mantuvo una buena relación con su padre,[4]​ vivió con su madre, con la que se trasladó a España en 1947, para estudiar el bachillerato en los Hermanos de La Salle, en Salamanca.

[7]​ Sin embargo, a principio de los años 50 dejó de lado su incipiente carrera en el teatro y se marchó a Egipto, atraído por el país y por una chica que había conocido, donde sobrevivió seis meses realizando diferentes trabajos no cualificados.

[5]​[8]​ La carrera profesional de Ibáñez Serrador se había iniciado escribiendo novelas radiofónicas y con el estreno teatral de su primera comedia Obsesión, que siempre firmaba bajo el pseudónimo “Luis Peñafiel”.

[12]​ Finalmente regresó a España en 1963, con 28 años, dirigiéndose a TVE (que en aquellos años era la única cadena de televisión del país), y enseguida consiguió un trabajo al mostrar algunas de las producciones que había realizado en Argentina.

Sin embargo, la censura se negó a su emisión, lo que suponía un problema: el programa no podía competir en el exterior si previamente no había aparecido en televisión, lo que se solucionó con una emisión sin anunciar y pasada la medianoche.

Con todo, su mayor éxito no iba a provenir ni del cine ni del teatro, sino nuevamente de la televisión, donde en 1972 desarrolla un concurso televisivo que revolucionará la pequeña pantalla española: el Un, dos, tres.

Es por eso que Ibáñez Serrador decidió que su nombre no apareciera en los créditos del programa, y solo cuando este demostró ser un éxito incluyó al inicio un curioso mensaje: “Y si algo falla el responsable es... Narciso Ibáñez Serrador”.

[19]​ Durante la Transición española, Ibáñez Serrador decidió volver con una segunda etapa del Un, dos, tres, que abarcaría de 1976 hasta 1978, y que volvería a contar con Kiko Ledgard al frente del programa.

De hecho, los problemas para continuar produciendo Historias para no dormir le hacen regresar con una nueva etapa del Un, dos, tres (1982-1988).

[18]​ El mayor peso de las mujeres se vio incluso en los guiones, pues entre los guionistas no solo había nombres como Fernando León de Aranoa o Joaquim Oristrell, sino que también se hallaba a Emma Ozores.

[4]​ Su éxito animó a que se exportase al extranjero, instalándose en países como Portugal (llamado Um, dois, três, duró de 1984 hasta 2004), Países Bajos (De 1-2-3 show, 1983-1986) o Alemania (Die verflixte sieben, 1984-1987).

[20]​ En Reino Unido (Three, Two, One, 1978-1988) atraía a 12 millones de espectadores semanalmente.

Tras varios años intensos de Un, dos, tres, Ibáñez Serrador decidió darle un parón al programa y crear nuevos formatos.

Sin embargo, el enfoque didáctico que le dio la presentadora, Elena Ochoa, garantizó su aceptación.

[6]​ Tras haber centrado las últimas décadas de su vida a la televisión, Ibáñez Serrador hizo un parón para retomar el teatro.

De este modo, en 2001 recuperó su obra Aprobado en castidad (escrita en 1952 como Luis Peñafiel), donde apareció figuró como actor y director.

El regreso más esperado fue, no obstante, la última etapa de Un, dos, tres (2004), en esta ocasión con la coletilla ¡...a leer esta vez!

Su última creación fue Memoria de elefante (2003-2008), un programa presentado por Patricia Pérez y poco conocido por haber sido emitido por la cadena autonómica Castilla-La Mancha TV.

[27]​ Un año después, Ibáñez Serrador participó en el programa de TVE Imprescindibles: Historias para recordar, que giraba en torno a su trayectoria.

[3]​ El propio realizador recuerda que la censura española “no entendía mucho de metáforas.

[5]​ La influencia de Ibáñez Serrador ha sido enorme no solo en televisión, sino también en el cine, y ha sido reconocida públicamente por profesionales como Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar y Juan Antonio Bayona.

[4]​ Posteriormente, tras su regreso a España, tuvo una relación con la actriz Susana Canales, con la que también montó una compañía teatral.

Ibáñez Serrador c. 1972
Mayra Gómez-Kemp presentadora de Un, dos, tres entre 1982 y 1988
Ibáñez Serrador en 2012