[1] Con motivo de la ceremonia, el poeta Vincenzo Monti compuso y publicó La belleza del universo.
Acompañó a Pío VI en sus visitas oficiales y fue designado como Príncipe Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico por el Emperador José II.
Fue excomulgado por su apoyo a los franceses y por su participación política activa en Roma como ciudad imperial; sin embargo, fue indultado por Pío VII en 1814.
Pío VI y su sobrino encargaron al orfebre Luigi Valadier diversas obras sofisticadas, que serían expuestas tanto en los Museos Vaticanos como en el Palacio Braschi.
El duque compró a la cámara apostólica los bienes que la Compañía de Jesús tenía en Tívoli.
El Papa Pío VI dejó en herencia al duque pinturas como La Inmaculada Concepción, hecha por Bartolomé Esteban Murillo, que es también llamada La Inmaculada Concepción Esquilache por su dueño el Marqués de Esquilache y que hoy se encuentra en el Museo Hermitage.