La Inmaculada Concepción, llamada Esquilache es un cuadro del pintor español Bartolomé Esteban Murillo, pintado entre 1645 y 1655.
Bajo sus pies hay cuatro cabezas, a la derecha de estas un querubín y a la izquierda otros cuatro querubines que sostienen flores, palmeras y olivos.
En la esquina superior derecha se encuentra un querubín sosteniendo lirios.
Cuando el marqués de Esquilache falleció, la obra pasó a manos del cardenal Gregorio y luego fue un regalo para Papa Pio VI (Juan Angel Braschi).
La familia Braschi heredó la pintura y la vendió en 1842 al Museo del Hermitage.