[1]Chapman se dio cuenta de que "dar vuelta" dicho sistema podría generar carga aerodinámica.[2] Rudd armó un equipo para avanzar en el proyecto: Ralph Bellamy (jefe de diseño), Martin Ogilvie (ingeniero automóvil) y Peter Wright (aerodinamicista).Los resultados fueron presentados a Colin Chapman, quien le dio rienda suelta al equipo para idear un nuevo chasis de F1.A este fin, se requirió un diseño de suspensión más rígido para mantener los efectos aerodinámicos.Wright y Chapman habían descubierto que al utilizar perfiles alares invertidos a ambos lados del monoplaza podían acelerar el aire que pasaba a entre el suelo y el piso del automóvil.La zona de baja presión resultante succionaba al coche hacia el suelo y creaba tracción aerodinámica.La tracción aerodinámica hacía al auto mucho más maniobrable, permitiéndole tomar curvas a gran velocidad.Era evidente que el Lotus 78 ocultaba un secreto, como lo demostraron Andretti y Gunnar Nilsson al ganar la carrera en Bélgica: cuando el auto funcionaba bien, era virtualmente inalcanzable.