[3] Al igual que sus hermanos Pedro, perteneciente como su padre a los Arqueros del rey, y Juan van der Hamen, pintor destacado del barroco español, Lorenzo recibió una educación desarrollada en ambientes cultos de la Corte, donde residía.
Protegido por Pedro González de Mendoza, llegó con éste a Granada, donde ocupó diversos cargos eclesiásticos y beneficios en Pinos Puente, Motril, Almuñécar, Colomera, Mecina Bombarón, la capellanía de la iglesia parroquial de Santiago en la capital y la secretaría o la capellanía de su protector,[8] desarrollando al mismo tiempo una importante actividad como consejero artístico e incluso pintando algún cuadro para el oratorio del arzobispo.
Desde 1635 hasta 1650 ejerció in situ las obligaciones del beneficio de Mecina Bombarón que había adquirido en 1619.
Estas tensiones podrían haber provocado igualmente el final de la amistad que mantuvo con Quevedo hasta 1629 aproximadamente.
En un informe cursado a finales de 1647 constan declaraciones de testigos calificando a Lorenzo como «hombre de muy áspera condición y que se muestra muy riguroso con sus feligreses» y que en la predicación provocaba más escándalo que doctrina enseñaba, así como otras acusaciones que reflejaban el descontento de la feligresía con su párroco.
Tampoco han trascendido detalles de la enfermedad causante del óbito.