Fue un cantero, alarife, y maestro mayor de obras granadino.
Desde joven trabajó en la catedral de Granada, primero como cantero, luego aparejador y finalmente maestro mayor, cargo que ejerció interinamente desde 1580 y con carácter definitivo desde el 3 de octubre de 1588, desarrollando múltiples actividades relacionadas con la construcción en iglesias de Granada y su archidiócesis durante el periodo de transición del Renacimiento al Barroco.
Se trata de la primera representación que describe la ciudad, representándola detallada, completa y fielmente hasta bien avanzado el siglo XVIII, cuando fue arrinconada, aunque sin superar su valor estético, por las nuevas y evolucionadas corrientes cartográficas.
Su nombre se documenta por vez primera en Granada en el año 1572, aunque por lo menos diez años antes ya trabajaba en la catedral.
Sus restos fueron inhumados en la iglesia del Sagrario de Granada.