El jeque blanco (película)

Sólo acaban de casarse, y entendemos que, antes de consumar el matrimonio, Ivan quiere presentar su joven esposa a su tío, quien es curial en el Vaticano, y también conseguir la bendición del papa Pío XII en la audiencia que su tío le habrá facilitado.

Wanda, desesperada, se halla sola, sin dinero, a cuarenta kilómetros de Roma, y los que aceptan transportarla a la capital quieren en cambio una cosa que ella no puede dar … Durante este tiempo, en Roma, Ivan (que se despierta en una habitación inundada: Wanda había olvidado cerrar un grifo…) trata desesperadamente de hallar pretextos para esconder a su familia la desaparición de su esposa y aplazar la audiencia con Pío XII.

Lattuada también acabó rechazando la idea, por lo que finalmente el proyecto recayó en Federico Fellini.

El propio Alberto Sordi animó a Fellini para que se hiciera cargo.

Al igual que en Luces de variedades, Ennio Flaiano colaboró sin acreditar en la escritura del guion.

En un primer encuentro, Trieste tuvo reticencias en aceptar el papel debido a que se consideraba así mismo un dramaturgo y no un actor.

Para el papel del jeque blanco, antes de Alberto Sordi, hubo audiciones con Aroldo Tieri.

Fotograma de la película.
Desfile de bersaglieri tocando una fanfarria .