Leyenda de la Encantada

[5]​ Gálmez de Fuentes considera dicho topónimo como una explicación o adaptación a posteriori del término prerromano *kanto ('piedra, orilla pedregosa').

Muchas veces el topónimo se presenta bajo la forma mora encantada, lo que puede inducir a creer que los yacimientos son de la época de la dominación musulmana.

[5]​ La explicación a esas supuestas moras (que se trata de una adaptación al castellano del gallego mouras, que designa a las encantadas de Galicia y Portugal) puede estar relacionado con el término prerromano *mor ('túmulo, montón de piedras')[6]​ y, a su vez, con las morras, poblados típicos del Bronce Manchego.

El encuentro con ella puede suscitar un encantamiento del espectador que, generalmente, es un pastor o agricultor.

La historia cuenta que hace ya bastantes siglos, en el Medievo, una princesa árabe llamada Zulaida o Zoraida se enamora de un príncipe cristiano, provocando las iras de su padre, el rey moro, que la maldice a vivir por siempre encantada dentro del monte redondo llamado Cabezo Soler, al lado del río Segura, en el camino que va del pueblo de Rojales a Guardamar.

Si algún hombre valiente se encuentra con ella, la Encantá le pedirá que la lleve en brazos hasta el río Segura para bañar sus pies y así poder romper el maleficio.

También existe una obra teatral escrita por Salvador García Aguilar, que fue dirigida con gran éxito por el afamado director Alberto González Vergel, y un mediometraje con título La leyenda de la Encantá, dirigido por Francisco Jorge Mora García y Joaquín Manuel Murcia Meseguer en el año 2002 y que obtuvo la Mención Especial en su categoría en el Festival Internacional de Cine Cinema Jove de Valencia.

Un labrador un día se la encontró y ella le preguntó: "¿qué deseas más esta peineta de oro o a mi?".

En aquellos peñascos de allá arriba tengo un palacio encantado, nunca serás feliz, si me hubieras elegido a mí, la fortuna que tengo allí sería para nosotros dos".

Esta leyenda ha sido recordada gracias a la tradición oral y a haber sido poetizada y recogida en el libro Castilla, este canto es tu canto (Parte II) del escritor Juan Pablo Mañueco, en el año 2014.

Su importancia simbólica intercultural e intertemporal es notable, ya que el propio Jesucristo es sepultado en una cueva y Orfeo busca a su amada Eurídice recorriendo una cueva (el Hades).

Genéricamente el espejo es considerado como una puerta del alma a través de la que, por disociación, puede entrar en otra dimensión.

[2]​ Coincidiendo aproximadamente con la festividad de San Juan, desde tiempos prerromanos se han realizado en España diversas celebraciones en las que el fuego, en forma de hogueras o luminarias, juega un importante papel.

El peine es un atributo de seres fabulosos de naturaleza femenina, como lamias y sirenas, cabe la relación del peine con la cola descarnada del pez y el consecuente significado mortuorio.

Lamia (versión 2) de John William Waterhouse .
Monte Aketegi
Representación de la diosa vasca Mari .
Arroyo Benamor
Paterna del Madera.
La cabeza de una ninfa de Sophie Gengembre Anderson