[1] La actriz debutó en el cine mexicano, en un papel incidental de la cinta Yo bailé con Don Porfirio (1941), a la que seguirían El hombre de la máscara de hierro (1943), Escuela para casadas (1949) y No me defiendas compadre (1949), en donde sus papeles solo servían para mostrar su inquietante presencia y personalidad magnética, es hasta ser dirigida por el español Miguel Morayta y el chihuahuense Roberto Gavaldón, que alcanza el estrellato con cuatro cintas fundamentales en la historia del cine Mexicano, derivadas de la notable pluma del joven escritor Luis Spota: Hipócrita (1949), en la cual Antonio Badú, le canta precisamente el célebre tema que da título a la historia, en una escena que pasó a la posteridad; Vagabunda (1950), nuevamente acompañada por Badú (es mientras se filmaba esta película, que el director y actores principales acceden a hacer una participación especial en la película También de dolor se canta (1950), protagonizada por Pedro Infante); Camino del infierno (1951), la truculenta historia de amor entre “Pedro Uribe”, un delincuente al que le amputan una mano, personificado por Pedro Armendáriz y una cantante de cabaret que contrae lepra, personificada por la propia Palma, y que sobresale por la secuencia final, en la que ambos personajes desesperados ascienden, por unas escaleras interiores, a lo alto del Ángel de la Independencia, donde son asesinados a tiros por la policía; y En la palma de tu mano (1952) en donde realizará el papel más importante de su trayectoria, al lado de Arturo de Córdova, con quien formará una de las parejas más emblemáticas de la llamada Época de oro del cine mexicano.
En 1958, el productor Guillermo Calderón planeaba contratarla para protagonizar la película La danza del deseo al lado del actor cubano César del Campo, el proyecto no se concretó y la tormentosa estrella no volvió a pisar nunca los sets cinematográficos.
Brooks presionó a Negrete para que este maniobrara en su contra.
Leticia Palma pasó sus últimos años alejada de los reflectores y consagrada a la poesía.
En 1998, tuvo una última aparición pública, cuando Cristina Pacheco la entrevistó en su programa Conversando.