Cuatro contra el mundo es una película mexicana de 1950 dirigida por Alejandro Galindo, protagonizada por Víctor Parra y Leticia Palma.
Una mesera busca a Toni, pero Lucrecia la despide asegurando no saber nada de él.
A su vez, Lucrecia coquetea con Paco, quien no permite la violencia de Máximo hacia ella.
Éste hace que Toni huya, fingiendo llevarse el dinero y muere en un accidente.
La película le permitió representar en un escenario relativamente reducido a un delito como expresión de las tendencias reaccionarias.