La escasa profundidad en toda la laguna hace posible que se establezcan en sus aguas unas praderas de vegetación sumergida que colonizada todo el fondo de la cubeta, (Chara galioides, Potamogeton pectinatus, Ruppia drepanensis, y Riella helicophylla).
[2] En la laguna del Conde o Salobral es habitual la presencia de: somormujos lavancos (Podiceps cristatus), ánades reales (Anas platyrhynchos), patos colorados (Netta rufina), porrones comunes (Aythya ferina), fochas comunes (Fulica atra), fochas morunas (Fulica cristata), ánades frisos (Anas strepera), zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis), zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis), avefrías europeas (Vanellus vanellus), cercetas comunes (Anas crecca), silbones europeos (Anas penelope), patos cucharas (Anas clypeata), flamencos rosas (Phoenicopterus ruber), sisones (Tetrax tetrax) y malvasías cabeciblancas (Oxyura leucocephala).
También puede verse algún aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), rapaz muy asociada a estos tipos de hábitats.
Debido a que la laguna se seca completamente en los años con escasas precipitaciones, no existen peces.
La amenazada malvasía cabeciblanca cuenta con un enemigo, la malvasía canela, que es una especie invasora que desplaza a la primera e incluso es capaz de hibridarse con ella, haciéndole perder así su pureza genética.
La laguna se localiza bajo la ruta migratoria que siguen muchas aves hacia el continente africano, el noreste de Europa.