Los humanos son los únicos primates en que las hembras tienen los senos permanentemente alargados después de la pubertad.
Por consiguiente, no es sorprendente que las parejas procedan desde la estimulación oral de los pezones hasta el amamantamiento.
Incluso ha habido casos de madres que han tenido problemas legales por amamantar a sus hijos en público.
[7] Las parejas que practican la lactancia erótica lo mantienen en secreto incluso de sus amigos y familiares.[cita requerida].
Según el libro "Augustine and literature", la relación adulta de lactancia puede ocurrir cuando una madre decide optar por seguir amamantando después del destete de un niño, por lo que evita el importante reto físico que la lactancia inducida puede acarrear.
[15][16] En principio con gran paciencia y perseverancia es posible inducir la lactancia por solo realizar succión en los pezones.
A pesar de que el nacimiento es el principio de la separación entre la madre y su hija o hijo, la lactancia materna retrasa este proceso, haciendo que la madre y la hija/hijo se conecten físicamente, durante años algunas veces.
En 1988 un cuestionario sobre el embarazo y el orgasmo publicado en una revista holandesa para mujeres, preguntó: "Según tu experiencia ¿tuviste mientras amamantabas una sensación de excitación sexual?"
Otro 71 % contestó afirmativamente cuando se les preguntó "Según tu experiencia mientras amamantabas, ¿tuviste sensaciones placenteras en la región uterina?".
[17] En términos generales esto fue un fuerte tabú, y se puede concluir que un hombre adulto lactando está en contradicción con las imágenes establecidas de masculinidad.
El escritor Thomas Moffat registró uno de estos usos médicos en un tomo publicado por primera vez en 1655.
Sin embargo, según el jurista el Abu's-Su'ud (1490-1574), esto sólo se aplica a menores de dos años y medio.
[25] Históricamente, la lactancia inducida y el consumo de leche materna en los hawaianos kabu-khan era para alejar los malos espíritus.