[2] La banda sonora es notable porque Benjamin Frankel utilizó doce tonos de serialismo dodecafónico, algo poco común en la música cinematográfica.
Quince años más tarde, el decrépito marqués intenta violar a la hija del carcelero mientras esta limpia su alcoba.
El día de Navidad da a luz, cosa que la superstición del pueblo ve como un mal augurio, y muere.
Pero las noches de luna llena el niño se escapa, degüella animales y desarrolla hirsutismo.
Él y Cristina, la hija del bodeguero, entablan un romance a pesar de que ella está prometida.