Años después, mediante CBAudio, se hizo un redoblaje con los actores de la emisión original.Abel, el legendario dios del sol y hermano mayor de Atenea (Saori Kido), ha vuelto.Para dejar el mundo terrenal en manos de los dioses, trama provocar un gran diluvio y purgar a la humanidad.Athena intenta detenerlo, pero Abel hace lo contrario y la envía a la tierra de los muertos.Febo Abel, hijo de Zeus, vuelve a la Tierra y se encuentra con su hermana menor Atenea (Saori Kido), quien lo reconoce como el dios sol.Este le explica que quiere llevársela, para luego castigar a los humanos por haber contaminado al mundo de maldad.Es decir, arrasará con la Tierra y acabará con la humanidad, tal como ocurrió con el diluvio universal de Deucalión.Finalmente, Abel le pide a Atlas detener un derramamiento inútil de sangre y abandona el lugar con su hermana.Volviendo al Templo de la Corona, Abel toca una bella melodía con su lira, mientras Atenea escucha complacida.En ese momento, Saori le revela al dios sus verdaderas intenciones: proteger a la Tierra aún si tiene que luchar contra él.Por otro lado, Seiya es completamente derrotado por el Burning Corona de Atlas y cae seminconsciente, con su armadura destruida.Ante esto, Hyoga lo ataca pero el Golden Death Hair de Berenike parece derrotarlo.Sin embargo, Hyōga recuerda los consejos de su madre, se levanta y contraataca congelando y destruyendo a Berenike, mientras unos malheridos Shiryū, Shun e Ikki se dirigen al Templo de la Corona.Seiya, en tanto, motivado por los comentarios de Saga, enciende su «cosmo» al máximo y finalmente lo derrota con su Pegasus Ryū Sei Ken, sin llegar a matarlo.En ese momento, Abel prepara el fin de la Tierra mediante terremotos y erupciones volcánicas, mientras en China, Dohko se lamenta por lo sucedido.Seiya intenta enfrentarse al dios, pero todos sus ataques son devueltos hacia él, debido a su campo defensivo.
Escena en
mármol
de una
libación
ofrecida por
Niké
al dios
Apolo
, semejante a la gran escultura instalada en el Templo de la Corona y que terminó por aplastar a Abel.