Shura mantiene una dura lucha con el Titán, y en un momento en que iba a ser devastado por uno de los ataques comienza a hacer efecto el Genrō Maōken y logra ejecutar una impresionante Excalibur en X.
Shiryu se queda detrás por decisión propia ya que si hubiera saltado, Shura de seguro los habría matado fácilmente con un segundo ataque.
Shura pelea en contra de Shiryu a quien pone en serios aprietos y usa su Excalibur para destrozar la armadura del Dragón por completo.
Cuando Shura repite su ataque contra Shiryu, nota que no puede sacar su brazo del pecho del Dragón por más que lo intentase y es en ese momento cuando sucede algo que pronto el santo de Capricornio lamentaría: Shiryu le corta el brazo, lo toma por la espalda y no teniendo alternativa el Santo de Bronce usa su Último Dragón, el cual eleva al cielo a ambos Santos, condenándose a muerte.
El Santo de Capricornio viste con su armadura a Shiryu protegiéndolo de la inclemencia del espacio exterior, también entrega su Excálibur al brazo derecho del caballero de bronce, reconociéndole como un verdadero caballero y no un traidor, a su vez reconociendo a la verdadera Atenea e impulsa para que pueda volver hacia la Tierra, mientras que Shura termina muriendo desintegrado por la fricción en el espacio.
Ya en Poseidón, Shiryu descubre que le fue legado por parte del Santo de Capricornio su legendaria técnica Excalibur.
Shura volvería a aparecer en el Muro de los Lamentos para sacrificarse junto a sus compañeros dorados y así destruir el muro para que los Santos de Bronce puedan llegar con Atenea.
[5] En la tercera película revive con los poderes de Abel, pero con el cosmos muy mermado como garantía a una posible traición hacia él, pero al descubrir que este asesinó a Atenea intenta matarlo con la ayuda de Camus, aunque ambos son eliminados al enfrentarse a los tres Santos de la Corona, quienes los derrotan fácilmente al unir sus poderes.
Aparece en la quinta película con su alma sellada en roca, al igual que sus compañeros Santos de Oro.