La Virgen con el Niño, san Felipe y san Francisco
[1] En este caso la composición se basa en modelos italianos y fue utilizada también por artistas como el pintor flamenco Denys Calvaert, uno de cuyos dibujos,[2] conservado en el Museo del Prado, muestra una composición muy similar.[3] En cualquier caso, la simetría y el rigor del cuadro pueden ser engañosos: bajo esa apariencia se esconde una obra plenamente barroca que muestra la influencia de las escenografías teatrales de la época, a las cuales el propio Rizi también se dedicaba, realizando escenografías para el Coliseo del palacio real del Buen Retiro.[1] El intenso azul del celaje del fondo, contra el que se recortan parcialmente las figuras de los santos y al que se superpone la luz dorada que envuelve la aparición mariana, produce un efecto de gran belleza.Un comentario del pintor y tratadista Antonio Palomino sobre Francisco Rizi dio lugar a la idea, mantenida mucho tiempo, de que era un artista algo descuidado y precipitado, que abordaba sus obras sin demasiada preparación.Luego, de forma simétrica con relación al eje central, dibujó a los dos santos.No obstante, debió ocurrir algo que hizo desear al autor una modificación en las figuras de los santos.Por ello los dibujó aparte, recortó sus figuras y las pegó al papel.