La expedición naval alrededor del mundo que él dirigía desapareció por completo en 1788 en Vanikoro, islas Salomón.
Se le encargó la dirección de dos viajes a la India como comandante del Seine.
Allí conocerá a la que será su esposa, Éléonore Broudou, una joven criolla de origen modesto.
En esos combates demostró su valor marítimo y militar, al capturar dos fuertes británicos.
Con 39 años se le nombró capitán de navío, debido a su brillante trayectoria en esta guerra.
Luego, visitó la española Monterrey (California), en donde examinó las misiones franciscanas y elaboró notas críticas en lo relativo al trato a los amerindios.
El año siguiente, tras una visita a Manila, se dirigió hacia la costa noreste de Asia.