La Cenicienta (película de 1994)

La vida para los tres es muy feliz, pues ellos se quieren mucho y en su hogar reina la felicidad.

La invitación llega a la casa de Cenicienta y cuando la malvada madrastra lee la carta, Cenicienta humildemente le pide permiso a su malvada madrastra para ir al baile real del castillo del príncipe; sin embargo, la malvada madrastra de Cenicienta se niega y prohíbe a su hijastra Ceniciena asista al baile real del príncipe.

Cuando Cenicienta le pide una vez más permiso a su malvada madrastra para ir al baile del príncipe, sus dos hermanastras están de acuerdo.

El hada madrina consuela a Cenicienta diciéndole que sin duda podrá ir al baile del príncipe.

Con una gran alegría, Cenicienta llega al palacio real donde están reunidas todas las doncellas del reino.

El príncipe manda la búsqueda de la muchacha a través del reino, diciendo que se casará con aquella que pueda ponerse el zapato cómodamente, esperando así poder encontrar a la encantadora dama con quien había bailado.

Al oír su voz desde abajo, el príncipe reconoce a la muchacha y ordena que la traigan enseguida.

El príncipe, convencido, le pide a Cenicienta que sea su princesa y también su futura esposa.