Tienen independencia[5] o autonomía[6] orgánica y política respecto al PSOE.
También se caracterizaban por su lucha contra el alcoholismo juvenil, muy extendido entre la clase obrera en aquella época.
Tras la creación de la III Internacional en 1919, que provoca disensiones en todo el movimiento obrero mundial respecto a la revolución rusa, el PSOE celebra un Congreso Extraordinario en el que decide, ante la falta de consenso, aplazar la cuestión de la integración del Partido en el Komintern a un Congreso posterior.
La fracción tercerista (partidaria del ingreso), en la que se encuentran la Federación de Juventudes Socialistas, se escinde del Partido para fundar el Partido Comunista Obrero Español, donde las Juventudes se refundan bajo el nombre de Federación de Juventudes Comunistas.
Según la historiadora Sandra Souto Kustrín, hasta los años 1930 la FJS «vegetó», «entre otras razones por el papel fundamentalmente educativo y subordinado que se dio a las organizaciones juveniles socialistas desde sus orígenes, no sólo en España, sino en toda Europa, y al rechazo de su participación en la política por parte de las organizaciones de adultos».
Dos meses antes, tras el asesinato de Juanito Rico, había aprobado otro decreto que prohibía «los grupos en formación con insignias, banderas, emblemas» en Madrid y sus alrededores.
Después de esa fecha fueron aumentando los actos convocados conjuntamente por las dos organizaciones.
[12] En la Revolución de Octubre de 1934 las dos organizaciones juveniles tuvieron una participación muy importante (se llegaría a decir que la juventud había sido «la vanguardia del proletariado en Octubre»).
La FJS informó de un manifiesto que había elaborado en el que se hacía un llamamiento a reconstituir la unidad del movimiento juvenil internacional sobre nuevas bases y a que todas las organizaciones juveniles obreras políticas (es decir las del PCE, de la ICE y del BOC) ingresaran en la FJS para lograr así una única organización juvenil.
Con la llegada de la victoria del Frente Popular, se crean las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) que ven imposibilitada la celebración del Congreso constituyente por el inicio de la guerra civil española.
Así las cosas, y hasta el final de la guerra, las JSU seguirán las indicaciones del PCE.
Durante la dictadura y en el interior, los jóvenes se organizaban en torno a UGT y el PSOE, creando una clandestina organización juvenil que apenas si podía mantener a sus miembros lejos de las detenciones.
En 1970 las JSE se extienden con rapidez por toda España: Asturias, Andalucía, País Vasco, Cataluña y Madrid fundamentalmente.
Tras la legalización en marzo de 1977, celebran el XIII Congreso en Madrid y se elige a Juan Antonio Barragán como Secretario general, el primer dirigente no exiliado.
A partir de esta fecha, las JSE siguen el mismo camino que el PSOE, renunciando al marxismo como doctrina única socialista.
En 2021, el valenciano Víctor Camino fue elegido nuevo Secretario General tras derrotar al madrileño Javier Guardiola con el 69% de los votos.
Usualmente, su ámbito es similar al municipio del que toman el nombre, aunque en ocasiones algunas federaciones permiten en sus estatutos más de una agrupación local en grandes poblaciones.
Así, la Joventut Socialista de Catalunya ha desarrollado una estructura comarcal de acuerdo al mapa comarcal catalán, al igual que Joves Socialistes del País Valencià.
Tradicionalmente, las relaciones entre esta organización juvenil y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han atravesado distintos momentos de gran tensión, aunque lo habitual ha sido la colaboración y el respeto, aunque con una postura paternalista desde el partido adulto hacia sus juventudes.
Continuará aún el problema durante varios años, lo que llegó a provocar que Felipe González hiciera la siguiente declaración en la revista Renovación: Actualmente, el Partido Socialista Obrero Español expone sucintamente su relación con las JSE en el Título IX de sus Estatutos Federales.
[17] Se reconoce a JSE como su organización juvenil, que cuenta con autonomía organizativa, pero debe aceptar y cumplir los acuerdos y resoluciones de los órganos del PSOE.
La pertenencia a JSE no supone automáticamente la afiliación al PSOE.